¿Hice más daño que bien?

Estaba caminando hoy cuando mis ojos fueron inicialmente atraídos por una mariposa que estaba en el suelo a mi derecha. Me detuve para echarle un vistazo rápido y me di cuenta de que no podía volar muy bien. Lo recogí, revoloteó en mi mano y luego voló un poco y aterrizó en mi chaqueta donde podía verlo mejor.

Resultó que había un poco de (lo que parecía) una hoja marrón que estaba pegada a una de sus alas, que no parecía completamente desarrollada/abierta. Tomé la decisión de quitar este trozo de marrón del ala pensando que ayudaría a la mariposa. Cuando lo saqué con cuidado, noté que también se desprendió una pequeña mota del ala. Sin embargo, después de que me la quité, la mariposa voló sobre mi cabeza, algo que antes no podía hacer.

Entonces, estoy pensando si estaba tan asustado que logró volar en términos de una ráfaga corta (se alejó revoloteando con bastante rapidez) o ¿pude ayudarlo a hacer lo que quería hacer en primer lugar?

Me doy cuenta de que impuse mi voluntad sobre algo pensando que lo sé mejor y por lo que me siento mal, pero posiblemente también lo ayudé a hacer algo que quería hacer en primer lugar.

También me doy cuenta de que en el gran sistema, tal vez esa mariposa se convertiría en alimento para otra criatura de la que ahora la he privado. Así que no estoy seguro de si hice algo que valiera la pena o no.

Si no valió la pena, ¿ayudar a otra criatura/persona está mal visto porque no es como debería ser?

Considere la no dualidad.

Respuestas (1)

... Me doy cuenta que impuse mi voluntad...

No, no lo hiciste. El espíritu (¡en un sentido abstracto!) los unió a ti ya la mariposa. Tú jugaste tu papel, la mariposa jugó el suyo.

¿Tu intención fue pura? ¿Has sentido lo sagrado del momento? ¿Estabas actuando tontamente o sopesaste las posibilidades?

La vida y la muerte están a nuestro alrededor y dentro de nosotros todo el tiempo. El hecho de que la mariposa estuviera a tu derecha es una buena señal. La vida nos da oportunidades de vez en cuando, a veces es la oportunidad de cambiar la vida de alguien y, a veces, es la oportunidad de que alguien cambie nuestra vida, de estar en el papel de la mariposa.

Al fin y al cabo, no somos dioses; no podemos prever todas las repercusiones de nuestros actos, ni siquiera los tan simples como los tuyos. Pero podemos hacer lo mejor que podamos, y si lo hacemos de manera constante, a la larga todos estaremos en el mejor lugar en el que podríamos haber estado.