¿Se ha desarrollado en otros lugares la "división del trabajo lingüístico" de Putnam?

En "Referencia y significado", Putnam menciona, como un aparte, que el lenguaje requiere una cierta "división del trabajo lingüístico" que no ha sido reconocida previamente.

En mi opinión, con esto simplemente se refiere a la situación social moderna en la que muchas palabras o conceptos, como el término "átomo", no pueden ser analizados por la mayoría de las personas que los usan. Dependen de una jerarquía en la que el uso adecuado de un número creciente de términos de uso común depende implícitamente de acuerdos entre expertos, quienes presumiblemente pueden proporcionar definiciones razonablemente consistentes si se les solicita.

Como digo, esto es simplemente un breve aparte en este famoso ensayo. Sus implicaciones parecerían ser en gran parte sociológicas. (Mi propio interés está en la estructura de clases de los sistemas simbólicos, más específicamente en el "dinero", y un uso de varios niveles de denominaciones y términos monetarios ostensiblemente constantes dentro de un sistema de intercambio de dinero compartido).

¿La idea de Putnam aquí es bien conocida o se ha desarrollado en otros lugares? ¿O hay conceptos similares en filosofía, o en áreas específicamente lingüístico-simbólicas de la sociología, que podrían resultar fructíferos en mis investigaciones de aficionado?

Una vez más, mi interés general está en la estructura formal de los términos comunes que pueden funcionar con doble significado en función de la "jerarquía de clases" dentro de una sola comunidad de hablantes.

Respuestas (1)

Hasta donde yo sé, es una distinción estándar. La idea es que la referencia adecuada de muchos términos no sea conocida directamente por todos, pero todos usamos esos términos correctamente porque interactuamos de alguna manera más o menos directa con los expertos. Un ejemplo podría ser 'cerebro'.

Putnam es un externalista semántico, por lo que sostiene que debe haber alguna conexión entre " brains' and brains forcerebros" para referirse a cerebros. Sin embargo, nunca he visto un cerebro que no tenga nada que ver con uno. Esto no me impide referirme a los cerebros porque tengo una conexión apropiada e indirecta con las personas que sí ven cerebros, etc.

Así, hay una división en el trabajo lingüístico: confío en otros para asegurarme de que la referencia de algunos de mis términos sea correcta.