Decir la oración final en la Liturgia de las Horas

Una de las partes más confusas de la Liturgia de las Horas es la oración final de los oficios. Hay muchos fragmentos en diferentes corchetes, y el "final largo" (por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina...") nunca se incluye en el texto. ¿Alguien puede aclarar qué fragmento se dice en qué oficinas? ¿Depende de si lo recitas en común o solo?

Por ejemplo, la oración final de hoy en Laudes (jueves de Adviento):

Muestra tu poder, Señor, y ven
Ven con tu gran fuerza y ​​ayúdanos.
Sé misericordioso y perdonador,
y acelera la salvación que sólo retrasan nuestros pecados.
(Hacemos nuestra oración) por nuestro Señor.
(Por Cristo nuestro Señor.)

Respuestas (1)

En la Instrucción General de la Liturgia de las Horas, no hay normas (reglas) particulares para las cuales final o fórmula se puede utilizar para concluir la Oración del Día .

Dicho esto, uno es libre de usar la fórmula final de su elección. La oración final tiene varias opciones para terminar la oración y aunque la fórmula "por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina..." no se menciona formalmente como un final alternativo, en su edición, esta forma tradicional aún puede ser empleado. Yo personalmente uso la fórmula larga cuando rezo el Oficio Divino o la Liturgia de las Horas.

Por lo tanto, hay cuatro maneras de concluir la Oración del Día. Quien recita la oración final en una congregación tiene el privilegio de usar su elección de final , ya sea un sacerdote, diácono o laico.

Aquí están las normas para la oración final:

Oración final

  1. La oración final al final marca la finalización de una hora entera. En una celebración en público y con una congregación, corresponde por tradición a un sacerdote o diácono decir esta oración.

  2. En el oficio de lectura, esta oración es por regla general la oración propia del día. En la oración de la noche, la oración es siempre la oración dada en el salterio para esa hora.

  3. La oración final en la oración de la mañana y la oración de la tarde se toma de la oración propia de los domingos, en los días de semana de los tiempos de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua, y en solemnidades, fiestas y memorias. En los días de semana del Tiempo Ordinario la oración es la que se da en el salterio de las cuatro semanas para expresar el carácter de estas dos horas.

  4. La oración final de la oración diurna se toma de la propia de los domingos, de los días laborables de los tiempos de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua, y de las solemnidades y fiestas. Los demás días las oraciones son las que expresan el carácter de la hora particular. Estos se dan en el salterio de cuatro semanas.