¿Qué palabra elegante que describe la postura de una iglesia sobre la Eucaristía se aplica más al mormonismo?

¿Creen los mormones en la transubstanciación o la consubstanciación, o en la "unión sacramental" luterana, o en la "presencia mística" calvinista, o quizás en un enfoque "puramente simbólico" más zwingliano?

¿Existe una manera rápida y fácil de resumir el punto de vista mormón sobre la Eucaristía, como he enumerado anteriormente? (Dejando de lado el hecho de que usan agua en lugar de vino o jugo de uva)

Respuestas (2)

En la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Eucaristía generalmente se llama "el Sacramento". Aunque se requiere la autoridad del sacerdocio para administrarlo, no existe el concepto de transubstanciación o cosustanciación. El acto de tomar el pan y el agua es una señal de recuerdo de Cristo y una renovación de los convenios bautismales y otros necesarios para el arrepentimiento.

Más información sobre el Sacramento se puede encontrar aquí

Entonces, si se trata de una "muestra de recuerdo", ¿creerían en un enfoque zwingliano "puramente simbólico"?
@Thunderforge, sí, un enfoque puramente simbólico.
@Thunderforge Las palabras de las oraciones sacramentales, que muestran específicamente para qué son los símbolos y qué se supone que los miembros de la iglesia deben recordar, se pueden encontrar aquí.

Esta charla del Apóstol SUD David A. Bednar titulada 'Conservar siempre la remisión de tus pecados' es una excelente compilación de las Escrituras SUD que muestra cómo la Santa Cena se relaciona con las ordenanzas salvadoras esenciales de ser bautizado y recibir el Espíritu Santo, y la necesidad continua de arrepentimiento. Afirma que no sucede nada metafísico con los emblemas físicos, pero el cambio ocurre en nuestros corazones y voluntades.

https://www.lds.org/general-conference/2016/04/always-retain-a-remission-of-your-sins

Tengan en cuenta que los emblemas del cuerpo y la sangre del Señor, el pan y el agua, son bendecidos y santificados[...] La ordenanza de la Santa Cena es una santa y repetida invitación al arrepentimiento sincero ya la renovación espiritual. El acto de participar del sacramento, en sí mismo, no perdona los pecados. Pero si nos preparamos concienzudamente y participamos en esta santa ordenanza con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, entonces la promesa es que siempre podremos tener el Espíritu del Señor con nosotros. Y por el poder santificador del Espíritu Santo como nuestro compañero constante, siempre podemos retener la remisión de nuestros pecados.

Esto amplía el pasaje de las Escrituras que se le dio a José Smith en Doctrina y Convenios 27:2 al que usted aludió,

que no importa lo que comáis o lo que bebáis cuando participéis de la Santa Cena, si es que lo hacéis con la mira puesta únicamente en mi gloria, recordando al Padre mi cuerpo que fue entregado por vosotros, y mi sangre que fue derramada para la remisión de vuestros pecados.