¿El judaísmo cree en la magia negra?

Este es un tema de debate entre las autoridades judías medievales.

Maimónides creía que la magia no existe, y explicó que los versos que prohíben la brujería y similares lo hacen precisamente porque es una tontería sin sentido.

Maimonides, Laws of Foreign Worship 11:16 (traducción de Simon Glazer, disponible en sefaria.org):

Todas estas cosas son falsas y espurias, y con ellas engañaron los antiguos idólatras a los pueblos de muchos países para que los siguieran. Y es impropio de Israel, que es sumamente sabio, dejarse atraer por estos absurdos, ni siquiera imaginar que tienen alguna importancia, tal como está dicho: "Porque no hay encantamiento con Jacob, ni hay adivinación con Israel. (Núm. 23,23); y se dice de nuevo: "Por estas naciones que vas a desposeer, escucha a los adivinos ya los adivinos, pero en cuanto a ti, el Señor tu Dios no te ha permitido hacer eso" (Deut. 18.14). Cualquiera que crea en estos asuntos y similares, y suponga que hay sabiduría y verdad en ellos, salvo que la Torá los prohíba, tales no son otros sino de entre los necios e ignorantes y deben ser incluidos entre las mujeres y los niños cuya mente no es sana. Pero las personas sabias y sensatas saben que todos estos asuntos que la Torá rechazó no son asuntos de sabiduría sino tonterías sin forma seguidas por personas sin sentido por causa de las cuales abandonaron todo camino de la verdad. Incluso por eso la Torá, al amonestar contra todas estas vanidades, ordenó, diciendo: "Perfecto serás con el Señor tu Dios" (Ibid. 18.13).

Nachmanides , por otro lado, creía que la magia era real. Escribió sobre Deuteronomio 18:9 (traducción de chabad.org ):

Y ahora, sepa y comprenda con respecto a la magia, que el Creador (bendito sea) creó todo de la nada e hizo de los reinos superiores las guías de lo que está debajo de ellos; y Él colocó el poder de la tierra y todo lo que hay en ella en las estrellas y constelaciones según su movimiento y dirección, como ha sido demostrado en la ciencia de la astrología. . . Sin embargo, fue una de Sus grandes maravillas que colocó dentro de los reinos superiores formas y fuerzas alternativas mediante las cuales uno podría cambiar el gobierno de los reinos debajo de ellos. . . Pero es el gobierno regular de las constelaciones lo que desea el Creador (bendito sea), lo que Él puso en ellas para empezar, y esto sería lo contrario. Este es el secreto de la magia y su poder, de tal manera que los rabinos decían respecto a las prácticas mágicas que “contradicen al Concilio de Arriba”; en otras palabras, subvierten las fuerzas simples de la naturaleza, lo cual es una contradicción con los reinos superiores hasta cierto punto. Por lo tanto, es apropiado que la Torá los prohíba para que el mundo sea dejado en su función normal y en su estado natural, que es el deseo del Creador. . .

En otras palabras, la magia es una forma de subvertir las reglas normales de la naturaleza, usando un sistema alternativo que todavía (en última instancia) ha sido creado por Di-s.

Además de los puntos de vista "a favor" y "en contra" presentados en la respuesta de Joel , también existe el punto de vista ambivalente expresado por Ralbag en su comentario a Éxodo 7:11:

לחכמים ולמכשפים: אחשוב שהחכמים היו האנשים שהיו חכמים בחכמת מצרים וענין החכמה ההיא היתה להמציא חכמת הכישוף ויעשו בה פעולות זרות אין מדרך הטבע שיגיעו ממנו וזה אם כשיאחזו העינים ויביאו לחשוב שיעשו מה שאינם עושים אם בשימציאו התחבולות הטבעיות יתחדשו בהם ענינים זרים ידמו מפעולות הכשפים או בשיעשו אלו הפעולות הזרות על דרך הכשוף אם היה אפשר שיתחדשו בדרך הכשוף כמו אלו הפעולות על דרך האמת והנה לא נודע לנו עד היום מהות זה הכשוף וענינו ולזה לא ראינו לדבר בו והמכשפים היו האנשים שהיו מתעסקים בפעולות הכשוף

A los sabios ya los hechiceros: Creo que los "sabios" eran los hombres que eran sabios en la sabiduría egipcia. Y el tema de esa sabiduría era producir una teoría mágica y realizar con ella acciones extrañas que no resultarían naturalmente de ella. Y esto es mediante un juego de manos y haciendo que [las personas] piensen que hicieron algo que no [realmente] hicieron, o produciendo cosas extrañas que son similares a la actividad mágica [pero] a través de la utilización de métodos naturales, o realizando estas extrañas acciones a través de la magia si es posible en verdad que tales acciones se generen a través de la magia. Y he aquí, hasta hoy no sabemos la naturaleza de esta magia y lo que es, y por lo tanto no hemos visto [adecuado] hablar de ella. Y los "hechiceros" eran los hombres que se dedicaban a actividades mágicas.

La pregunta aquí tiene dos partes: 1) Según el judaísmo, ¿existe la magia negra? 2) ¿Cómo encaja esto en la creencia judía de que nada sucede en contra de la voluntad de Di-s?

El Talmud ( Sanhedrin 67b ) hace una declaración que claramente aborda estos temas de una manera críptica:

אמר רבי יוחנן למה נקרא שמן כשפים שמכחישין פמליא:

(דברים ד, לה) אין עוד מלבדו אמר רבי חנינא אפילו לדבר כשפים

El rabino Yoḥanan dice: ¿Por qué la hechicería se llama keshafim? Porque es un acrónimo de: Contradice el séquito celestial [shemakhḥishin pamalia shel mala]. La hechicería parece contradecir las leyes de la naturaleza establecidas por Dios.

El versículo dice: “A vosotros os fue mostrado, para que supieseis que Jehová es Dios; no hay otro fuera de Él” (Deuteronomio 4:35). El rabino Ḥanina dice: Esto es cierto incluso con respecto a la hechicería.

El Ramjal ( Daas Tevunos siman 36 ) explica:

שאף על פי שלפי סדרי המערכה העליונה שרצה הקב"ה וערך, הנה כשפים מכחישים פמליא של מעלה (סנהדרין שם), הנה כשהוא רוצה - מושל בכוחו ומבטלם, והיו כלא היו, ולא כשחשבו הפתאים שיוכלו להשתמש מכליו עצמם כנגדו ח"ו:

Que aunque según el orden de la ordenación de los cielos que el Santo bendito es Él quiso y dispuso, la hechicería contradice la familia de los cielos (Sanedrín 67b), he aquí cuando quiere - gobierna con su poder y los anula, y son como si nunca hubieran existido, y no como el pensamiento ingenuo, que ellos mismos podrían usar Sus utensilios contra Él, Di-s no lo quiera.

Algunos sabios talmúdicos creían que la magia funciona, mientras que otros sabios talmúdicos no estaban de acuerdo y se oponían. Un ejemplo aparece en el Talmud de Babilonia Sanedrín 67b, que dice en 8:15, 'Rabí Eleazer dijo:

“Esto [el hecho de que los magos del Faraón no pudieran producir piojos mágicamente, como lo hizo Aron] prueba que un mago no puede producir una criatura de tamaño menor que un grano de cebada.

Rab Papa dijo:

'¡Por Di-s! Ellos [los pseudo-magos] no pueden producir ni siquiera algo tan grande como un camello, pero todo lo que pueden hacer es crear la ilusión de que mágicamente crearon algo”.

Mi propia opinión es que estoy totalmente de acuerdo con el rabino Papa. La magia no existe.

Como apoyo, citaré a Ibn Ezra (Levítico, 19:31) quien dice:

“Aquellos con el cerebro vacío dicen 'si no fuera que los adivinos y los magos fueran verdaderos, la Torá no los prohibiría'. Pero yo (Ibn Ezra) digo justo lo contrario de sus palabras, porque la Torá no prohíbe lo que es verdadero, pero prohíbe lo que es falso. Y la prueba es la prohibición de los ídolos y las estatuas...."

Así, según ibn Ezra, la Torá prohíbe la magia y los adivinos porque son una falacia y no funcionan. Según ibn Ezra, no necesitas un verso de la Torá que diga literalmente "la magia es falsa", la misma prohibición lo indica.

No hay base para la magia en el judaísmo. Dicho esto, muchos israelitas antiguos creían que los ángeles y los demonios existen. Sin embargo, Maimónides luego descartó la noción de demonios y se refirió a los ángeles como las fuerzas naturales. Incluso el Talmud deja claro que los demonios son en realidad alucinaciones. Por lo tanto, se deduce que muchos israelitas antiguos creían erróneamente en la magia simpática. Y eso se trabaja. Pero los antiguos israelitas tenían muchas nociones erróneas sobre Di-s y el mundo. No vieron que el mundo funciona de acuerdo con las leyes de la naturaleza.

El sabio judío ibn Ezra[1] afirma en su comentario bíblico (Levítico, 19:31) que,

“Aquellos con el cerebro vacío dicen 'si no fuera que los adivinos y los magos fueran verdaderos, la Torá no los prohibiría'. Pero yo (Ibn Ezra) digo justo lo contrario de sus palabras, porque la Torá no prohíbe lo que es verdadero, pero prohíbe lo que es falso. Y la prueba es la prohibición de ídolos y estatuas...."

Lo que está diciendo es que la Torá no prohíbe lo verdadero sino lo falso (es decir, la magia, la adivinación, la brujería, la adivinación y la nigromancia), y la prueba es la prohibición de la adoración de ídolos. Por lo tanto, las personas tienen el deber, el deber religioso de desarrollar sus mentes para mejorarse a sí mismas ya la sociedad. Maimónides considera una obligación, una mitzvá estudiar la ciencia y las leyes de la naturaleza.

Di-s creó personas con inteligencia “a imagen de Di-s”. Por lo tanto, Di-s desea que la gente use los cinco sentidos para determinar entre la verdad y la falsedad. La magia no existe.

[1] Aunque creía en la eficacia de la astrología