Algunos occidentales piensan que las personas de culturas premodernas consideraban que la fotografía era "robar el alma de alguien". ( Comentario en Travel.SE , artículo de un fotógrafo ). ¿Fue este el caso?
Indios americanos del noroeste del Pacífico - Biblioteca del Congreso
[ Carolyn J. Marr ] ilustra un cambio en las actitudes de los nativos americanos hacia la fotografía desde finales del siglo XIX hasta principios del siglo XX .
Al principio, muchos nativos americanos desconfiaban de que les tomaran fotografías y, a menudo, se negaban a hacerlo. Creían que el proceso podía robar el alma de una persona y le faltaba el respeto al mundo espiritual.
Sin embargo, con el tiempo, algunos nativos americanos apreciaron las fotografías como vínculos con sus antepasados e incluso las integraron en ceremonias importantes.
Más:
Algunas culturas no solo lo hicieron, sino que todavía lo hacen. Este artículo (con referencias) cita algunos pueblos mexicanos, los practicantes de vudú y el fotógrafo James W. Bailey aún comparten la creencia de que las imágenes pueden dañar el alma.
Los espejos se consideraban una parte importante de la religión y la cultura maya. Los espejos abrieron portales al Otro Mundo, permitiendo que los ancestros y los dioses pasaran entre los dos planos. Creían que cuando se reza a un santo, el alma abandona el cuerpo. Para ayudar al alma a encontrar su camino de regreso al cuerpo, se colocan espejos frente a las estatuas de los santos para reflejar el alma.
En Chiapas, México, hay pueblos que aún se adhieren a las antiguas costumbres mayas. En San Juan Chamula es ilegal tomar fotografías en la iglesia. Si lo atrapan usando una cámara en la iglesia, el tiempo en la cárcel es una clara posibilidad. Las cámaras de película de la generación anterior y las cámaras SLR y SLR digitales de hoy en día todavía usan espejos. Las creencias mayas llevaron a que se prohibiera la fotografía dentro de las iglesias.
La mayoría de las personas hoy en día permiten que se les tome una fotografía, sin embargo, los bebés están protegidos. Todavía se cree que las almas de los bebés son frágiles y susceptibles de abandonar el cuerpo.
Beofett
Rodrigo
andres grimm