Actualmente se está discutiendo en el Reino Unido sobre la posibilidad de que un futuro Primer Ministro prorrogue el Parlamento para evitar que frustre su visión del Brexit. Una gran parte de la discusión gira en torno a si Su Majestad aceptaría una solicitud de su Primer Ministro para prorrogar el Parlamento, o si lo despediría y se negaría.
Una situación similar se presentó en Canadá a finales de 2008, cuando el entonces primer ministro Stephen Harper se enfrentaba a una moción de censura en su gobierno minoritario, que parecía seguro que perdería. Solicitó que se prorrogara el Parlamento, y el entonces Gobernador General accedió a esta prórroga, evitando así este voto de censura.
¿Hasta qué punto, si lo hubiere, se aplicaría el precedente establecido por el Gobernador General de Canadá a Su Majestad en el Reino Unido, oa los Gobernadores Generales en otros reinos de la Commonwealth, cuando sus Primeros Ministros hagan solicitudes similares?
Dichos precedentes son de interés, pero de ninguna manera son vinculantes. Eso se deriva del principio constitucional de la supremacía parlamentaria , que impide que el parlamento vincule a un futuro parlamento. Siendo ese el caso, no hay forma de que una decisión del Parlamento, o del ejecutivo, en otro país pueda ser vinculante.
En el caso que nos ocupa, un intento de prorrogar al Parlamento del Reino Unido para evitar que tome una decisión sobre abandonar la UE sería considerado por muchas personas como escandaloso y provocaría una crisis constitucional instantánea.
Kevin
Steve Melnikoff