¿Cuáles fueron los principales desacuerdos de Martín Lutero con la Iglesia Católica? ¿Fueron estas creencias de Lutero y sus desacuerdos con la Iglesia Católica el origen de la Iglesia Luterana?
Entonces la pregunta es: ¿Cómo cambió Lutero de un teólogo católico a un teólogo prosttant? O para resaltar más el aspecto histórico: ¿Cómo pasó de escolástico tardío a reformador? O una última variación: ¿Cómo cambió el Lutero primitivo al "Lutero viejo"?
Esto nos lleva a un cierto acontecimiento, a un cambio radical en su vida, parecido a una conversión. De lo que estoy hablando es de la llamada experiencia de la torre de Lutero .
El Lutero anterior a esta experiencia es el Lutero de las luchas del monasterio. Con un progreso creciente, no puede encontrar la paz interior, ni por los medios sacramentales de la gracia ni por el cuidado pastoral monástico. A la luz de la venidera justicia airada de Dios, que le enseñaron, se desespera.
Ahora Lutero insiste en tratar de entender qué es esa justicia. Según la doctrina de la Iglesia Católica de la época, esta justicia debe entenderse como una justicia filosófica, formal y activa . Esto significa: Dios es justo y castiga al pecador y al injusto. Lutero no sólo se desespera, sino que incluso odia esta doctrina.
En esa situación, la experiencia de la torre antes mencionada puede tener lugar, ya que Lutero descubre, que Romanos 1:17 , no solo dice
Porque en él se revela la justicia de Dios
Pero más bien hay que leerlo en su contexto:
Porque en él la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: El justo por la fe vivirá.
Esto hace comprender a Lutero: la justicia de Dios es esta justicia que permite al justo vivir por la fe a través del don de Dios . Según eso, Lutero construye su comprensión de la justicia inspirándose en Pablo: es pasiva y hace al pecador justo por la fe y no por ninguna buena obra .
Esto es lo que cambia a Lutero de un teólogo católico a un teólogo protestante.
A partir de ese momento, la doctrina luterana comienza a crecer.
Comienza criticando la venta de indulgencias ya que implican que se puede alcanzar la justicia por una buena obra humana. Según Lutero, sólo se puede alcanzar por la fe en Dios, que hace justo al pecador.
Para Lutero la comunión es una promesa de Dios y no un sacrificio, como ha enseñado el Papado, como dice en su libro El mal uso de la misa (1521):
El sacrificio y la promesa están más alejados entre sí que el oriente y el occidente, el auge y la decadencia. Un sacrificio es una obra, que le damos a Dios , mientras que la promesa es la palabra de Dios, que nos da la gracia y la misericordia de Dios. Es inconcebible cómo la promesa de Dios podría convertirse en un sacrificio humano. [...] Ellos dan , pero Cristo promete al pueblo. (WA 8, 512, 12 y 28)
Lutero fue mal utilizado por algunos principados europeos en el siglo XVI para reducir la influencia de los papas y del Kaiser. Contra la voluntad de Lutero se llegó a un cisma, construcción de la iglesia luterana y otras confesiones del protestantismo.
Los principales desacuerdos entre la comprensión del cristianismo de Lutero y las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana tenían que ver con la forma en que somos contados como justos a los ojos de Dios, si tenemos libre albedrío en nuestro estado no regenerado para responder afirmativamente a Dios, y si las Escrituras son las únicas autoridad final para determinar las doctrinas cristianas. Lutero sostuvo que la iglesia cristiana depende de las Escrituras como la Palabra de Dios, y que el papado se basó en una comprensión defectuosa de varios versículos de las Escrituras. En segundo lugar, sostuvo sobre la base de las Escrituras que la conversión no es algo a lo que podamos contribuir, sino que es totalmente la obra del Espíritu Santo que ilumina con el conocimiento salvador de Cristo a quien Él quiere. Y en tercer lugar, la forma en que llegamos a ser justos a los ojos de Dios no es
En uno de los sermones de Lutero describe la situación que existía antes de conocer la verdad que explica la oscuridad en la que vivía la gente antes de la Reforma:
….el miserable papa ha aportado mucho con sus doctrinas, ordenanzas y leyes, aterrando mucho los corazones piadosos al proclamar que es necesario orar, ayunar, oir misas, hacer peregrinaciones, y que es pecado mortal si no hacen esto. Aterrorizado así, nadie podía saber cuándo era suficiente, porque el verdadero consuelo, el perdón de los pecados por medio de Cristo, había desaparecido por completo. En consecuencia, la gente corría a Santiago y se atormentaba con peregrinaciones, ayunos y otros trabajos, hasta el punto, a mi juicio, de que no podía haber mayor miseria en la tierra. Yo mismo he visto a muchos que no pudieron soportar una angustia tan profunda, por lo cual cayeron en la desesperación a través de un miedo y un terror intensos, y fueron sobrecogidos de horror ante el terrible juicio de Dios. Porque con su predicación el Papa casi había logrado asustarnos hasta la muerte de Cristo; lo considerábamos un juez severo. Yo también había sido uno de los que esperaban que Cristo no fuera más que un maestro severo, y como resultado llamé a la Virgen María para que me apoyara y fuera mi abogada ante este juez. Otros hicieron lo mismo porque eso era todo lo que sabían. Todos dijimos, Viene el juez, viene el juez; He sido un niño malo, ayuda, querida Virgen María, de lo contrario no hay consuelo ni ayuda ni consejo para mi pobre alma. Así balbuceábamos, y la gente no sabía qué más hacer. Porque habían perdido a Cristo, el verdadero y único Salvador. (Páginas 46,47, Vol V, Sermones completos de Martín Lutero, Baker Book House, 2007) había sido uno de los que esperaban que Cristo no fuera más que un maestro severo, y como resultado llamé a la Virgen María para que me apoyara y fuera mi abogada ante este juez. Otros hicieron lo mismo porque eso era todo lo que sabían. Todos dijimos, Viene el juez, viene el juez; He sido un niño malo, ayuda, querida Virgen María, de lo contrario no hay consuelo ni ayuda ni consejo para mi pobre alma. Así balbuceábamos, y la gente no sabía qué más hacer. Porque habían perdido a Cristo, el verdadero y único Salvador. (Páginas 46,47, Vol V, Sermones completos de Martín Lutero, Baker Book House, 2007) había sido uno de los que esperaban que Cristo no fuera más que un maestro severo, y como resultado llamé a la Virgen María para que me apoyara y fuera mi abogada ante este juez. Otros hicieron lo mismo porque eso era todo lo que sabían. Todos dijimos, Viene el juez, viene el juez; He sido un niño malo, ayuda, querida Virgen María, de lo contrario no hay consuelo ni ayuda ni consejo para mi pobre alma. Así balbuceábamos, y la gente no sabía qué más hacer. Porque habían perdido a Cristo, el verdadero y único Salvador. (Páginas 46,47, Vol V, Sermones completos de Martín Lutero, Baker Book House, 2007) Viene el juez, viene el juez; He sido un niño malo, ayuda, querida Virgen María, de lo contrario no hay consuelo ni ayuda ni consejo para mi pobre alma. Así balbuceábamos, y la gente no sabía qué más hacer. Porque habían perdido a Cristo, el verdadero y único Salvador. (Páginas 46,47, Vol V, Sermones completos de Martín Lutero, Baker Book House, 2007) Viene el juez, viene el juez; He sido un niño malo, ayuda, querida Virgen María, de lo contrario no hay consuelo ni ayuda ni consejo para mi pobre alma. Así balbuceábamos, y la gente no sabía qué más hacer. Porque habían perdido a Cristo, el verdadero y único Salvador. (Páginas 46,47, Vol V, Sermones completos de Martín Lutero, Baker Book House, 2007)
La iglesia luterana nació porque resultó imposible reformar la iglesia papista. Este último siguió insistiendo en que era verdaderamente católica y que Lutero, y los que estaban de acuerdo con él, eran herejes (en lugar de ser en realidad los verdaderos católicos), por lo que no había otra opción para Lutero que separarse de la iglesia controlada por los papas Esto luego condujo a la formación de la iglesia luterana (es decir, que no debe confundirse con las iglesias luteranas actuales que se han desviado de las enseñanzas de Lutero en mayor o menor medida). Lutero explicó en su Table Talk por qué se separó de los papas:
La causa principal por la que me peleé con el papa fue esta: el papa se jactó de ser la cabeza de la iglesia, y condenó todo lo que no estaría bajo su poder y autoridad; porque dijo, aunque Cristo sea la Cabeza de la iglesia, no obstante, debe haber una cabeza corporal de la iglesia sobre la tierra. Con esto podría haberme contentado, si él hubiera enseñado el Evangelio puro y claro, y no hubiera introducido invenciones humanas y mentiras en su lugar. Además, tomó sobre sí poder, gobierno y autoridad sobre la iglesia cristiana y sobre las Sagradas Escrituras, la Palabra de Dios; ningún hombre debe presumir de exponer las Escrituras, sino sólo él, y de acuerdo con sus ridículos conceptos; de modo que se hizo señor de la iglesia, proclamándola a la vez madre poderosa, y emperatriz sobre las Escrituras, a las cuales debemos someternos y ser obedientes; esto no era para soportarlo. Aquellos que, en contra de la Palabra de Dios, se jactan de la autoridad de la iglesia, son meros idiotas. El Papa atribuye más poder a la iglesia, que es engendrada y nace, que al Verbo, que ha engendrado, concebido y dado a luz a la iglesia. Nosotros, por la gracia de Dios, no somos herejes, sino cismáticos, causantes, en verdad, de separación y división, de lo cual no somos culpables nosotros, sino nuestros adversarios, quienes dieron ocasión a ello, porque no permanecen sólo por la Palabra de Dios, que tenemos, escuchar y seguir. CCCCLIII, Table Talk, traducido por William Hazlitt. sino cismáticos, causantes, en verdad, de separación y división, en los que no somos culpables nosotros, sino nuestros adversarios, quienes dieron ocasión a ello, porque no permanecen sólo por la Palabra de Dios que tenemos, oímos y seguimos. CCCCLIII, Table Talk, traducido por William Hazlitt. sino cismáticos, causantes, en verdad, de separación y división, en los que no somos culpables nosotros, sino nuestros adversarios, quienes dieron ocasión a ello, porque no permanecen sólo por la Palabra de Dios que tenemos, oímos y seguimos. CCCCLIII, Table Talk, traducido por William Hazlitt.
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