¿Qué tan perjudicial es una excepción ocasional al horario de sueño de un niño pequeño?

Los patrones de sueño de mi hijo son bastante buenos. Comenzamos nuestra rutina de acostarnos alrededor de las 20:30 a 21:00 y, por lo general, él está en la cama a las 21:30 (y se duerme en unos minutos).

Hemos estado planificando nuestras actividades y horarios en torno a esa rutina como una fecha límite bastante difícil, incluso en vacaciones y otras ocasiones especiales, por temor a causar interrupciones duraderas en su horario de sueño.

Tiene casi 3 años. ¿Cuáles son las posibilidades de que una noche de quedarse despierto hasta tarde (por ejemplo, quedarse despierto una o dos horas más para disfrutar de los fuegos artificiales navideños) cause problemas en las noches (o mañanas) siguientes?

¿Qué podemos hacer para mitigar la interrupción de tales ocasiones especiales?

Respuestas (2)

¡No hay mayor influencia en el comportamiento de un niño pequeño que el sueño regular! En mi experiencia, una noche tarde ocasional puede significar irritabilidad al día siguiente, que generalmente se rectifica al día siguiente si el sueño de la noche siguiente es bueno.

Puede mitigar la interrupción descansando al final de la tarde y asegurándose de que el día sea bastante rutinario además del evento especial de la noche. También puede asegurarse de que la ingesta de azúcar sea baja. El objetivo debe ser eliminar aquellas cosas que sabes que podrían desencadenar un colapso para que solo estés lidiando con un horario de sueño interrumpido.

¡Vale la pena por algo tan genial como los fuegos artificiales!

Según Marc Weissbluth, autor de Healthy Sleep Habits, Happy Child y otros libros notables sobre el sueño pediátrico, a la mayoría de los niños les va bien con un 80 % de regularidad en el horario. Desafortunadamente, la ubicación donde encontré esta cita repetida una y otra vez fue su ahora desaparecido blog "El método Weissbluth", por lo que no puedo señalarle una fuente. Su punto fue que la vida no es perfecta y los padres no son perfectos y los niños pueden adaptarse. Un regreso al horario al día siguiente, o tal vez incluso una hora de acostarse más temprano para ayudar a recuperar el sueño perdido, y la recuperación ocurrirá. A menos que ceda repetidamente a su niño pequeño que quiere evitar el horario, no provocará ningún cambio duradero. Aplaudo su respeto por las necesidades de sueño de su hijo, pero un cambio ocasional no debería causar ningún daño.