¿Qué hacer con mi hijo de 2 años que llora y grita en la guardería?

Mi hija tiene 2 años y está en la guardería donde trabajo. Empezó allí cuando tenía 13 meses. Le tomó alrededor de una semana adaptarse a esa habitación que era de esperar. He trabajado en una guardería durante 20 años, así que sé cómo funciona.

A fines de agosto se mudó a la habitación de 2 años. Gritó durante la primera semana, luego se detuvo durante un par de días y luego volvió a empezar peor que nunca. Ella grita literalmente todo el día, la escucho a través de las dos puertas cerradas.

Hemos intentado ignorar, premiar, desconectar, distraer, todo, nada funciona. Grita tanto que no tiene voz. Me he quedado completamente sin ideas. Al principio, pensé que era la habitación, pero incluso la trasladaron a la otra habitación para niños pequeños por un día para intentarlo y ella también lloró allí. Por favor ayuda.

Cuando dices 'donde trabajo', ¿quieres decir que trabajas en la guardería en otra habitación? ¿Sabe que estás allí todo el día (por ejemplo, puede verte/oírte)? ¿Alguna vez entras en la habitación en la que está para tratar de calmarla?

Respuestas (2)

No soy un profesional, pero estoy hablando puramente desde el punto de vista de una madre experimentada. Tal vez tenga miedo de alguien o algo en la habitación. Tómate en serio su angustia y no creas que la están mimando. Ella está tratando de decirte algo. Tal vez pueda traer a un cuidador diferente a la habitación para ayudarla a hacer la transición a la habitación, o encontrar temporalmente una niñera diferente, aunque le costará más. Su autoestima puede verse afectada por el contrario si solo la dejas gritar.

Algunos pensamientos:

* En lugar de ser un problema de "nueva sala", ¿podría ser un problema de "nuevo maestro"? ¿Formó un vínculo con (alguien a quien ya no puede ver) en su antiguo salón de clases?

*¿Podrías dejarle algo que tenga tu olor (como una conexión sutil)? ¿Quizás un sombrero que puedas ponerle en la cabeza cuando la beses antes de irte?

Solo estoy pensando en voz alta. No puedo imaginar lo estresante que es para ti escucharla angustiada día tras día. ¡Cuelga ahí! -el