Para el cristiano promedio de hoy, es un lugar común leer Cantares de Salomón como un cuadro profético de Cristo, como el Novio, y la Iglesia, como la Novia.
Pero, ¿dónde tuvo este punto de vista su comienzo? ¿Quién fue el primer escritor temprano en interpretar el libro Cantares de Salomón como un cuadro profético de la relación entre Cristo y la Iglesia, y no solo entre Dios Padre e Israel?
Escuché que Origen escribió algo al respecto, pero no pude encontrar ninguna fuente confiable.
Revisé The Voice of My Beloved: The Song of Songs in Western Medieval Christianity de Ann Matter y The Song of Songs: Interpreted by Early Christian and Medieval Commentators de RA Norris y descubrí que Gregory of Elvira y John Cassian fueron quizás los primeros. para sistematizar este punto de vista a todo el libro de los Cantares, mientras que los escritores anteriores tenían esta idea de un verso u otro.
Pero me costó mucho encontrar una referencia más a sus escritos.
Pregunta relacionada: ¿Cuál es la base de la idea de que el Cantar de los Cantares trata sobre la relación entre Dios y la iglesia?
De hecho, Orígenes sugirió esta conexión, en su Comentario sobre el Cantar de los Cantares ( ~245 d. C. ):
Este libro me parece un epitalamo, es decir, un canto de bodas, escrito por Salomón en forma de obra de teatro, que recitaba en el personaje de una novia que se casaba y que ardía de amor celestial por su novio, que es la Palabra de Dios. Y ella lo amaba profundamente, ya sea que la tomemos como el alma hecha a su imagen, o como la Iglesia. ( Prólogo )
Sin embargo, Tertuliano es probablemente anterior ( ~210 d. C. ), ya que cita Cantares 4:8 en relación con Cristo y la Iglesia en Contra Marción :
A esta esposa Cristo la invita también a sí mismo por Salomón desde la llamada de los gentiles, porque lees: "Ven conmigo del Líbano, esposa mía". [...] fue por idolatría que se desposó con la iglesia. ( Libro IV )
Pero el gran ganador es Ignacio (m. ~100 d.C.), ya que cita Cantares 1:3–4 en la Epístola a los Efesios :
Para este fin permitió el Señor que se derramara el ungüento sobre Su cabeza, para que Su Iglesia pudiera respirar inmortalidad. Porque dice [la Escritura]: “Tu nombre es como ungüento derramado; por eso te han amado las vírgenes; ellos te han atraído; al olor de Tus ungüentos correremos en pos de Ti.” ( Capítulo XVII )
el masón
Felipe Merker
el masón
Felipe Merker