Las personalidades de los niños provienen de dos fuentes: los genes de los padres y el medio ambiente.
Sí, las fobias parecen ser en parte hereditarias. Esto abarca tanto factores genéticos como ambientales.
Kendler et al. (1999) revisan algunos trabajos en esta área:
Anteriormente informamos, a partir de una muestra basada en la población de gemelas, que la propensión a la agorafobia, la fobia social y la fobia a los animales estaba modestamente influenciada por factores genéticos con heredabilidades estimadas entre el 30 y el 40% (Kendler et al. 1992a). Para la fobia situacional y la fobia a las lesiones por sangre, por el contrario, el parecido entre gemelos parecía deberse a factores de riesgo ambientales familiares, que eran responsables de ~30% de la variación en la responsabilidad (Kendler et al. 1992a; Neale et al. 1994b).
Una deficiencia de estos estudios es que se basan en evaluaciones únicas de por vida, que pueden no ser confiables. Kendler et al. (1999) intenta rectificar esto siguiendo con su muestra original 8 años después. Concluyen:
La confiabilidad a corto plazo de las cinco fobias fue modesta (promedio =0,46), pero superior a la estabilidad a largo plazo (media =0,30). Se produjo falta de fiabilidad tanto para el recuerdo del sujeto de miedos irracionales como para la evaluación del entrevistador de qué miedos constituían fobias. Al examinar los miedos y las fobias juntos, en un modelo de umbral múltiple, los resultados sugirieron que el parecido entre gemelos se debía únicamente a factores genéticos, con heredabilidades totales estimadas, corregidas por falta de confiabilidad, de: cualquier 43 %, agorafobia 67 %, animal 47 %, lesión sanguínea 59%, situacional 46% y social 51%.
Continúan comparando su teoría con otras teorías de adquisición de fobias, como el condicionamiento clásico y la teoría del aprendizaje social. Ellos afirman:
Por el contrario, nuestros resultados apoyan un modelo de "propensión a la fobia heredada" (Seligman, 1971; Gray, 1982)
Esta variación explicada, por supuesto, deja un espacio considerable para las fobias aprendidas. Por lo tanto, no se debe enfatizar demasiado los componentes hereditarios de los miedos y las fobias (Delprato, 1980).
Delprato, DJ (1980). Determinantes hereditarios de miedos y fobias: una revisión crítica. Terapia conductual, 11(1), 79-103.
Gris, JA (1982). La Neuropsicología de la Ansiedad. Prensa de la Universidad de Oxford: Nueva York.
Kendler, KS, Karkowski, LM y Prescott, CA (1999). Miedos y fobias: fiabilidad y heredabilidad. Medicina psicológica, 29(3), 539-553. PDF
Kendler, KS, Neale, MC, Kessler, RC, Heath, AC y Eaves, LJ (1992). La epidemiología genética de las fobias en las mujeres: la interrelación de la agorafobia, la fobia social, la fobia situacional y la fobia simple. Archivos de Psiquiatría General, 49(4), 273.
Neale, MC, Walters, EE, Eaves, LJ, Kessler, RC, Heath, AC y Kendler, KS (1994). Genética de los miedos y fobias a las lesiones por sangre: un estudio de gemelos basado en la población. Revista americana de genética médica, 54(4), 326-334. PDF
Seligman, eurodiputado (1971). Fobias y preparación. Terapia conductual 2, 307-320