¿Hay similitudes entre el temperamento musical y la colorimetría? [cerrado]

Es bien sabido que el temperamento musical es la base de la teoría musical, así como la colorimetría es la base de la teoría del color.

Creo que su pregunta podría necesitar algo de trabajo, pero he tratado de proporcionar una respuesta.

Respuestas (2)

Probablemente más diferencias que similitudes. Me gusta esta pregunta y pienso en lo mismo a menudo desde una perspectiva física.

Nuestros ojos apenas pueden ver una octava en color, basta con mirar las frecuencias de la luz visible. El violeta no está ni una octava por encima del rojo. Sin embargo, nuestros ojos tienen una resolución extraordinaria en los detalles.

Podemos escuchar alrededor de 10 octavas y percibir notas que están separadas por una octava como si fueran iguales en algún sentido. Es decir, los patrones auditivos se repiten cada octava. Nuestras capacidades de discriminación de tono no son muy buenas en comparación con la discriminación visual.

Ni siquiera podía imaginar cómo percibiría un color una octava por encima del verde (por ejemplo). ¿Sería un green de tono más alto?

Parece una comparación justa si piensas en la luz y el sonido como si fueran ondas. Pero, en realidad, las disciplinas de la música y las artes visuales tienen que ver tanto con el ojo, el oído y la mente (o la función cerebral) como con las ondas. Las descripciones del color y la percepción del color tienen más que ver con la respuesta del ojo y el cerebro que con los campos de ondas. Lo mismo ocurre con las descripciones de sonido, tono, timbre. En resumen, no creo que sea una comparación justa, ya que hay muchas diferencias en la forma en que detectamos y procesamos el color en comparación con el sonido.

Los colores no son lo mismo que los sonidos. Los sonidos se perciben en una escala continua de menor a mayor, sin cambios cualitativos. Los colores se pueden medir en una escala continua de frecuencias, pero nosotros los percibimos como cambios de calidad, porque nuestros ojos evolucionaron de esa manera. No hay nada intrínsecamente "rojo" o "azul" en la luz de las frecuencias correspondientes; los colores que percibimos son solo códigos arbitrarios que hemos incorporado.